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La Profecía Autocumplida

Si alguien está convencido de que puede lograr algo finalmente lo logrará ya que el poder de las expectativas y de la seguridad en uno mismo es enorme.
"Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, tienes razón."

Galatea y Pigmalión son dos figuras mitológicas que se utilizan como modelos para referirse a la profecía autocumplida también llamada "efecto pigmalión"
 
Pigmalión era un rey solitario que con el paso del tiempo se arrepiente de su soledad y busca a la princesa ideal.
Al no encontrarla decidió esculpirla e hizo una estatua a la que llamó Galatea admirándola y enamorándose de ella. De tanto pedirle a los dioses que su deseo se hiciese realidad y de tanta admiración que sentía, la estatua  cobró vida.

Galatea simboliza el deseo hecho realidad y Pigmalión se refiere a las expectativas que se pueden cumplir.
Se puede pensar que cuanto más convencimiento hay de que se va a lograr una meta más posibilidades existen de que las expectativas se cumplan.

La Profecía Autocumplida es un concepto conocido en psicología que puede manifestarse en muchos ámbitos, hay estudios que coinciden en que las expectativas influyen en los resultados independientemente del contexto.

A mediados del siglo 20 un experimento desarrollado por el distinguido psicólogo Robert Rosenthal consistió en dar un listado de alumnos a los profesores de una escuela advirtiendo de que aquellos alumnos eran de una capacidad intelectual superior al resto. 
Enfocándose en ellos rendirían más y avanzarían más deprisa que los demás.

Al cabo de ocho meses se cumplió el pronóstico de Rosenthal, los alumnos de aquella lista resultaron ser mejores aunque en realidad fueron elegidos al azar.

En la empresa por ejemplo si un trabajador se siente motivado por el jefe, es posible que rinda más y sea más efectivo en el desempeño de sus funciones. Por el contrario si la actitud del jefe tiende a la indiferencia puede conllevar una disminución en la calidad y cantidad de su trabajo.

En política la profecia autocumplida puede manifestarse por las expectativas de los votantes hacia un determinado líder, unas expectativas que además utilizan los partidos de la oposición para desilusionar a los votantes. 
También el hecho de que en España no se permita hacer sondeos electorales los últimos 5 días antes de los comicios puede justificarse como un hecho para no influir en la decisión de voto de los electores.

En el ámbito social también se puede pensar que las personas actúan de acuerdo a unas creencias establecidas por otros que acaban asumiendo como propias.
Puede que la creencia firme que tiene una persona sobre otra o sobre sí misma ejerza una influencia determinante en su rendimiento o en lo que espera de sí misma.

¿Somos lo que otros esperan que seamos?
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2 comentarios:

  1. ¡Qué interesante! Has empezado con el “Efecto Pigmalión” para terminar con la profecía autocumplida de nuestro días. El poder de la mente ya lo conocían los antiguos. Pienso que cuando somos adultos y tomamos decisiones responsables, somos los que queremos ser.
    Un saludo!

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    1. Sí Maria_Pilar, el poder de nuestra mente es colosal y desconocido, la propia ciencia trata de resolver el enigma de cómo funciona.
      Un ejemplo simple supone que cuando nos fijamos una meta la mente "toma nota"y ejerce un poder que condiciona la consecución del objetivo.

      ¡Saludos!

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