La Resiliencia es la capacidad que se tiene para sobreponerse o recuperarse frente a la adversidad.
Si las dificultades son desafíos estos se superan gracias a la resiliencia y su desarrollo depende de factores como la autoestima, la educación, la familia o el entorno o de cualidades como la entereza, la proactividad, la tolerancia o la determinación.
Ejemplos de resilientes fueron personas como Nelson Mandela que estuvo 27 años en prisión injustamente y que después fue capaz de sobreponerse para llegar a ser presidente de su país, o Stephen Hawkings que a pesar de su situación física por la enfermedad degenerativa que padecía llegó a ser una de las personalidades más relevantes como físico, cosmólogo y divulgador científico.
O Hellen Keller, sordomuda y ciega desde su niñez que no se conformó con lo que parecía que el destino la tenía preparada llegando a ser una escritora, oradora y activista conocida en todo el mundo y un ejemplo de superación personal de lo más inspirador ante las adversidades de la vida.
La mayoría de quienes han dejado su legado laudable gracias a su determinación y a pesar de sus circunstancias desfavorables han hecho de la resiliencia un componente fundamental de la grandeza humana, han logrado encarar y vencer al sufrimiento y a sus condicionantes para conseguir sus objetivos demostrando que si somos capaces de superar la adversidad también somos capaces de cambiar nuestras vidas para ser mas felices.
Se puede pensar que las personas resilientes están hechas de una pasta especial, pero en realidad ese pensamiento es una excusa para creer que no se ha nacido con esa virtud diferenciadora. Una virtud al alcance de todos que surge cuando se identifican las causas de los problemas y se gestionan las emociones con optimismo y realismo formando parte de una visión positiva del futuro.
Las quejas y lamentos de humanos ordinarios son insignificantes al lado de los problemas de personas que han sabido sobreponerse desarrollando la resiliencia y convirtiéndose en seres extraordinarios.
Albert Camus premio Nobel de literatura en 1.957 también tuvo que superarse a sí mismo y a unas circunstancias desfavorables.
Huérfano, con problemas de salud y una niñez que transcurrió en uno de los barrios más pobres de Argel en medio de dificultades económicas supo dar sentido a su vida para demostrar su talento.
Entre su obra literaria publicó una breve colección de ensayos titulados "el verano" de tinte alentador y motivador, este es un fragmento:
En medio del odio descubrí que había dentro de mí un amor invencible. En medio de las lágrimas me pareció que había dentro de mí una sonrisa invencible. En medio del caos me pareció que había dentro de mí una calma invencible. Me dí cuenta, a pesar de todo, que en medio del invierno había dentro de mí un verano invencible. Y eso me hace feliz..
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